Después de varios meses de no escribir he decidido volver a contar mis experiencias en este blog. Quiero aclarar que no es que yo haya dejado de escribir por falta de tiempo o ganas, es solo que estaba haciendo un performance basado en no escribir en el blog, porque cuando escribo reduzco todas las posibles entradas que podría escribir a una sola, imperfecta, en muchos casos tonta y aburrida; mientras que al no escribir le daba la oportunidad al lector de imaginarse que yo escribía sobre cualquier tema: podían imaginar que describía el ocaso en el Támesis que vi hoy al salir a caminar o que describía los petalos de una rosa vista hace muchos años en el jardín de mi abuela, con gotas de rocio brillando como perlas. Podría también reportar un viaje que no hice al Congo o describir los meses que nunca pasé entre una familia de beduinos, viajando por el desierto y aprendiendo a leer las señas de las cambiantes (pero eternas) dunas.
Sin más, declaro el performance terminado porque nadie lo entendió (qué mi constante silencio no era la mejor prueba del esfuerzo conciente que hice por no escribir??) y volveré a escribir sobre mi día a día. Ya tengo alineadas varias ideas, de entrada debo la mudanza a mi nueva casa y el viaje a Berlin, asi que esten pendientes, la diversión está por regresar.
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