Alergias

Conozco gente alérgica a las nueces, a los lácteos y al polen. Sé que hay personas alérgicas al metal o al látex. Yo mismo desarrollé de pequeño una alergia a la penicilina, y uno podría argumentar que mi asma no es más que una super-alergia al polvo o alguna otra sustancia que jamás pudimos identificar. Los síntomas y reacciones de todas estas alergias son similares: irritación en los ojos, nariz y garganta, estornudos fuera de control, hinchazón, escozor, dificultades para respirar o dolores de cabeza. Parece que las plantas del norte de europa son particularmente buenas para causar este tipo de reacciones, no son pocas las personas que conozco que desarrollaron o vieron sus alergias magnificadas al mudarse a esta esquina del mundo.

Algún día de la semana pasada estuve estornudando toda la tarde y temí que algún tipo de alergia estuviera cultivándose en mis pulmones. La confirmación llegó unos dias más tarde cuando los síntomas evolucionaron: los estornudos se convirtieron en suspiros y su frecuencia no ha hecho sino aumentar. Recuerdo ahora que tuve una temporada hace un par de meses con los mismo síntomas.

He buscado en todas las farmacias de la zona y no logro encontrar una medicina que cure mis síntomas: Benadryl, Claritin, Chlor-Trimeton, Dimetane, Clarinex, Allegra y Zyrtec. Antihistaminicos de todos sabores, jarabes para la tos y aspirinas. Ninguno parece atacar mi muy particular cuadro sintomático. Visité las páginas médicas que google me recomienda y he leido todos los articulos sobre alergias y polen de wikipedia. Mis síntomas son tan raros que nadie sabe qué debo hacer, como puedo curarme.

En el límite de la desesperación me acordé de Javier Espitia. No porque sepa de alguna alergia de Javier en particular, pero se que si alguien sabe cómo curar males exóticos ese es Javier. Hace un par de meses hablé con él y me contó de una clínica para llorar que había visitado. Estuve a punto de pedirle la dirección porque yo me la estaba pasando muy mal, pero decidí esperar, las personas que han visitado una clínica para llorar creen frecuentemente que nadie más sabe llorar apropiadamente o por las razones correctas; es fácil identificarlos en los funerales y bautizos porque o bien lloran con una presunción desbordada usando miles de kleenex o derraman un par de lágrimas con la nariz levantada, dando a entender que nadie más en la concurrencia sabe llorar a su nivel.

Total que ni Javier (quien a pesar de su entrenamiento profesional es un llorón humilde y bonachón) supo ayudarme, pero prometió preguntarle a un par de especialistas que conoce.

Mientras tanto no hay mucho que yo pueda hacer. Comer mucha fruta y mantenerme hidratado. Un suplemento vitáminico cada mañana y un vaso de leche en la noche. Aspirar mi cuarto y usar un detergente para piel delicada, todo en la esperanza de minimizar los suspiros que me aquejan permanentemente. Espero que con el verano lleguen tiempos mejores y se acabe esta terrible alergia a la distancia.